Primer viaje alrededor del mundo

Dedicatoria

Al Ilustrísimo y Excelentísimo Señor , Ínclito gran maestre de Rodas y su observantísimo señor

Como son muchos los curiosos, Ilustrísimo y Excelentísimo Señor, que no se contentan sólo con saber y entender las grandes y admirables cosas que Dios me ha concedido ver o sufrir en la mi luego escrita, larga y peligrosa navegación, sino que quieren conocer aún los medios y modos y caminos porque conseguí solventarla --no prestando aquella fe absoluta al éxito sin certidumbre muy declarada de su ruta--, por tanto, sabrá Vuestra Señoría Ilustrísima que, topándome en el año de la Natividad de Nuestro Salvador de 1519, en España, en la corte del , con el reverendo , a la sazón pronotario apostólico y orador de la santa memoria del --el cual, aquél, fue elevado más tarde por su virtud al episcopado de Aprutino y principado de Téramo--, y habiéndome sobrado a mí las noticias, a través de muchos libros leídos y diversas personas que con su Señoría solían platicar de las grandes y estupendas cosas del , determiné, con amable licencia de la Majestad cesárea, y del antepuesto mi señor, de experimentar el ir en busca de tales cosas: así pudiesen proporcionarme a mí mismo satisfacción y me alumbraran también renombre en la posteridad.

Llegándome a oídos que estaba aprestada en tal hora una escuadra junto a la ciudad de Sevilla --y de -- para marchar tras el descubrimiento de las especias en la isla de Maluco, de la que era capitán general (sic), gentilhombre portugués, comendador, con muchas y diversas guisas y naves, del Mar Océano, partime con muchas cartas de recomendación desde la ciudad de Barcelona, donde paraba Su Majestad entonces, y llegué embarcado a Málaga. De allí, optando por el camino de tierra, alcanzaba la de Sevilla; y, tras cerca de tres meses de aguardar que dicha flota anduviese en orden de partida, por fin, como bien claro preverá Vuestra Señoría en este punto, iniciamos, con felicísimos auspicios, nuestra navegación. Y, ya que durante mis jornadas en Italia, posteriores, cuando, en busca de la Santidad del , Vuestra Gracia, en Monteroso, mostrose asaz benigna y humana, hasta advertirme que le sería grato que copiase yo todas aquellas cosas que vi y pasé en navegación --aunque bien poco cómodas me fueron--, no podía por menos, en fin, pese a la debilidad de mis fuerzas, de intentar complacerle.

Y, así, le ofrezco, en este librillo mío, todas mis vigilias, fatigas y peregrinaciones: rogándole, cuando le vague en su solícito gobierno rodiense, que se abaje a recorrerlas. Con lo cual me vanagloriaré de no poco remunerado por su Señoría ilustrísima, a cuya magnanimidad me doy y recomiendo.

Primo Viaggio Intorno al Globo Terracqueo, via Biblioteca universitaria Alessandrina
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2024 Primer viaje alrededor del mundo. CC BY 4.0