Libro IV
Comentarios sobre Java y Siam
Aves colosales y cosecha del ruibarbo
Nos refirió más tarde que, bajo Java Mayor, hacia la tramontana o por el golfo de China, a la que los antiguos denominaban Signo Magno, encuéntrase cierto árbol enorme, en el que se anidan pájaros por nombre garuda, tan grandes, que cargan con un búfalo y unelefante hasta él. Dicho lugar es Puzathaer; el árbol, cam pangaghi, su fruto, buapangaghi. Este es mayor que una sandía.
Los moros de Burne que teníamos en las naves nos habían ya dicho que vieron tales frutos, pues su rey guardaba dos, regalo del de Siam. Ningún junco ni cualquier otra embarcación puede aproximarse al sitio del árbol, por los tremendos remolinos de agua que lo circundan; la primera noticia que del gigante se tuvo fue a través de un junco, que el viento sumió en los remolinos tales. Quedó destrozado, y muertos sus hombres todos, salvo un niño chico, que, agarrado a un tablón, por milagro fue a parar junto al increíble tronco. Trepando a él acurrucose, sin darse cuenta, bajo el ala de uno de aquellos pájaros.
Al día siguiente, bajando el ave a tierra para secuestrar un búfalo, el niño se acomodó entre plumas lo mejor posible..., y por él se supo el lance. Con lo que los pueblos próximos diéronse cuenta de que eran del árbol los frutos que hallaban sobre el mar.
Queda el cabo de Malaca en el grado 1 1/2 antártico. Al oriente de ese cabo y todo a lo largo de la costa, hállanse muchas ciudades y villas. Algunos nombres son éstos: Cingapola -en la punta-, Pahan, Calantá, Patani, Bradlun, Benam, Lagon, Cheregigaran, Tumbon, Práhan, Cuí, Brabri, Bangha, India (ésta es la ciudad donde habita el rey de Siam, que se llama Siri Zacabedera), Iandibun, Lanu y Langhon Pifa. Dichas ciudades están edificadas como las nuestras, y obedecen al rey de Siam.
En ese reino de Siam, según nos dijeron, abundan por las riberas de los ríos ciertos pájaros grandes que no comerían jamás ningún animal muerto que quedase por allí, si antes no aparecía otro pájaro que le comiera el corazón. Después, ellos comen el resto.
Después de Siam viene Camogia; llaman a su rey Saret Zacabedera. Y Chiempo; su rey, rajá Brahaun Maitri.
En ese lugar crece el ruibarbo, que se descubre así: júntanse veinte o veinticinco hombres, y van al bosque; cuando la noche llega, encarámanse a los árboles: tanto para percibir el aroma del ruibarbo, como por temor a los leones, elefantes y otras fieras. El viento trae el olor de en qué parte el ruibarbo esté; así que, llegado el día, encamínanse allá y buscan hasta encontrarlo. El ruibarbo es un tronco grueso y podrido; a no estar podrido, no soltaría aquel olor. Lo interesante del ruibarbo es su raíz; nada, salvo ella, es ruibarbo. Y menos el tronco, que denominan calama.